Los desafíos de la edad plateada: la insuficiente preparación de los ejecutivos para su etapa post-laboral
La esperanza de vida ha aumentado considerablemente en los años recientes y apunta a seguir elevándose. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esperanza de vida global pasó de 66.8 años en el 2000 a 73.4 años en el 2019 y se estima que en el 2048 llegará a los 77 años.
Según el mismo informe, en el caso de peruano, en 2019 ya se había superado la proyección global al 2048, alcanzando los 80 años. Este aumento en la longevidad resalta la importancia de mantener una buena salud, así como un adecuado estado físico, social y económico para disfrutar de esta prolongación de la edad.
Esto también plantea nuevos retos, especialmente en la preparación para la etapa post-laboral, debido a que ésta representará un tercio de nuestras vidas. Para los ejecutivos que desarrollan un estilo de vida activo y de bienestar, este cambio es desafiante si no llegan preparados a ello.
La falta de preparación para la edad plateada
A pesar de haber alcanzado el éxito en sus carreras profesionales, muchos ejecutivos no están adecuadamente preparados para enfrentar los retos de la jubilación. A lo largo de sus vidas, estos individuos han dedicado la mayor parte de su tiempo y energía a sus trabajos, dejando en segundo plano la planificación de su etapa post-laboral.
Según un estudio de la consultora Aegon, a nivel global solo el 39% de los trabajadores de alto nivel cuenta con un plan formal de retiro. Además, en un estudio realizado el año 2023 por Global Research Marketing (GRM), para Phoenix Group, el 80% de los ejecutivos peruanos en actividad (c level), aún no tiene su presupuesto definido para su etapa post-laboral.
Por otro lado, el 74% de quienes fueron gerentes y hoy están en situación de retiro, manifestaron haberse retirado antes de la edad que pensaban. Esta falta de previsión puede llevar a consecuencias no deseadas, como problemas financieros, aislamiento social o el deterioro de la salud mental.
Uno de los principales problemas que enfrentan los ejecutivos en su etapa post-laboral es la falta de una planificación financiera sólida. Muchos de ellos han disfrutado de salarios elevados durante sus años laborales, pero no siempre han sabido invertir para generar una renta personal para su jubilación deseada.
De acuerdo con una encuesta de la firma de servicios financieros Charles Schwab, el 54% de los profesionales de alto nivel en Estados Unidos siente que no ha ahorrado lo suficiente para mantener su estilo de vida en la jubilación.
En el caso peruano, el estudio con GRM mostró que el 59% de los jubilados no hizo un plan financiero y que el 45% no se preparó para continuar con una actividad profesional que les permitiera una jubilación activa. Estos déficits en la planificación financiera, de salud, de actividad social y profesional, puede llevar a una disminución significativa en la calidad de vida durante la vejez.

Retos psicológicos y emocionales
Dejando el aspecto material, la transición a la jubilación puede ser emocionalmente difícil para los ejecutivos. Acostumbrados a tomar decisiones importantes y a tener un alto nivel de influencia en sus empresas, como en el mundo empresarial, muchos experimentan una pérdida de identidad y propósito al dejar de trabajar.
Un estudio realizado por el Instituto de Salud Mental en el Trabajo (Workplace Mental Health Institute) reveló que el 42% de los ejecutivos jubilados experimenta sentimientos de soledad y depresión en los primeros dos años después de su retiro.
El cambio repentino de un entorno laboral dinámico y socialmente activo a una rutina más pasiva y de pérdida de poder puede ser abrumador. Los ejecutivos a menudo tienen dificultades para llenar el vacío dejado por sus carreras, lo que puede llevar a un deterioro en su bienestar emocional. La falta de una red social sólida, que no dependa del trabajo, también contribuye a estos sentimientos de aislamiento.
La importancia de una preparación integral
Para enfrentar estos retos, es crucial que los ejecutivos comiencen a preparar su etapa post-laboral de manera integral. Esto implica no solo la planificación financiera, sino también las demás dimensiones de la vida, como la salud, social, profesional, recreativa, emocional y psicológica. Desarrollar nuevos intereses, mantener relaciones sociales fuera del trabajo y establecer metas significativas para la jubilación son estrategias clave para una transición más suave.
Un ejemplo exitoso de esta preparación integral es el de aquellos ejecutivos que han encontrado en el coaching, la docencia, los directorios, el mentoring, la creación de negocios propios o el voluntariado una forma de mantenerse activos y socialmente conectados. Según la American Association of Retired Persons (AARP), el 45% de los jubilados que participan en actividades de voluntariado reporta una mayor satisfacción con su vida post-laboral.


Conclusiones
La etapa post-laboral debería ser una oportunidad para disfrutar de una vida plena y satisfactoria, siempre que se realice una preparación adecuada.
Durante las distintas etapas de vida de las personas, estas han tenido la protección de los padres, la guía de los profesores y el mentoring de sus jefes, pero hasta hoy no existía una ayuda para la preparación completa en todas las dimensiones del círculo de la vida, que aseguren una edad plateada segura financieramente, en salud, aportando con su capital de conocimiento y teniendo una vida enriquecedora emocionalmente.
En un mundo donde la esperanza de vida sigue aumentando, la clave del éxito no es solo prolongar los años, sino garantizar que esos años se vivan con calidad, propósito y bienestar.